Año 1992, doce y media de la noche, una lámpara de luz tenue, jugo de limón marca traverso, naipes sobre la mesa, una guitarra color café oscuro medio concierto, libro de lecturas matutinas de la abuela junto a la estufa…Carcajadas múltiples, confundidas con llantos, es en ese mismo instante, cuando se asoma tocando la habitación, una persona de unos 50 0 60 años de edad, pelo color castaño claro, cara redonda, y vestida con una bata color rosa, llevando una sonrisa a la vez en su rostro, que los encandila. Al verlos ensimismados de la risa, se entusiasma, procediendo a mostrarles un video de su infancia; la chica apoyada en un comienzo con su brazo derecho en su mentón, procede ayudar a la somnolienta señora. Sin embargo, el otro joven bien trajeado, comiendo su plato de cereales, escucha la idea de un carrete, se entusiasma con la idea parándose bruscamente, cayéndose el plato de cereal, dejando a su vez, chorrada la alfombra de su compañera con leche.Primer peldaño, segundo peldaño y tercer peldaño, llega a su cuarto, rápidamente toma su bolso, se dirige hacia la cocina, por ultima vez busca la bolsa de pan, que estaba en un escondite el cual nunca pudo descifrar, no quiere perder mas tiempo y se lleva todo lo que encuentra en su camino: coliflor, mortadela, chocapic, bebidas energéticas, para el largo camino que decidió emprender, eso si, sin un destino claro, dejando la huella de desorden, que cada mañana solía dejar…
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